Nuevas tierras
Barro rojo y engobes, 1025º C
Alfarero: Jaime Romero
68 x 24 Ø cm
2020
Nuevas tierras
Barro rojo y engobes, 1025º C
Alfarero: Jaime Romero
68 x 24 Ø cm
2020
El destino cuenta poco
Barro rojo y engobes 1150ºC.
Alfarero: Toño Naharro
60,5 x24cm. Ø
2020
Plano 113P
Collage sobre papel
102 x 153 cm
2020
Route Key
Collage sobre tabla 89 x 61 cm.
2020
Centro
Plato de loza, azul cobalto bajo cubierta 1025ºC.
3 x 35 cm. Ø
2020
Mislata
(Itinerarios iniciales)
Plato de loza, azul cobalto bajo cubierta 1025ºC.
3 x 35 cm. Ø
2020
Mislata
(Itinerarios iniciales)
Plato de loza, azul cobalto bajo cubierta 1025ºC.
3 x 35 cm. Ø
2020
Benimaclet
(Los límites de la ciudad)
Plato de loza, azul cobalto bajo cubierta 1025 C.
3 x 35 cm. Ø
2020
El Puerto
(cartografía de una adolescencia)
Plato de loza, azul cobalto bajo cubierta 1025oC.
3 x 40 cm. Ø
2020
Grao
(Planimetría de mi infancia)
Plato de loza, azul cobalto bajo cubierta 1025oC.
3 x 35 cm. Ø
2020
Plano de un sueño
Arcilla, engobe y reflejo metálico
3 x 32,5 cm. Ø
Alfarero: Arturo Mora
2020
Milwaukee Ruta 2
Lápiz sobre papel Bristol Strathmore 270 grs.
22 x 29 cm.
2020
Milwaukee Ruta 4
Lápiz sobre papel Bristol Strathmore 270 grs.
22 x 29 cm.
2020
Linea 1
Lápiz sobre papel Bristol Strathmore 270 grs.
32 x 29 cm.
2020
La pedanía
Barro rojo y engobes 1025C.
33,5 x 29,9 x 2,4 cm.
2020
La ruta inacabada
Barro rojo y engobes 1025 C.
36 x 25 x 2,7 cm.
2020
Downtown way
Barro rojo y engobes 1025 C.
42 x 23 x 2,7 cm.
2020
El sueño parcelado
Barro rojo y engobes 1025C.
36,8 x 29 x 2,8 cm.
2020
«Cuando el aire es homogéneo y casi rígido y las cosas que envuelve no están entremezcladas el paisaje no es un estado de alma sino un sistema de coordenadas.»
Jorge Cuesta
El plantearse un nuevo proyecto es como caminar por un territorio desconocido, trazas un rumbo sobre un mapa abstracto en el que vas configurando una red de emociones, imágenes y huellas pero al mismo tiempo vas bocetando posibles rutas a recorrer. Tal vez si caminas sin brújula, dejándote llevar por los puntos luminosos de ciertas balizas, puedes ser capaz de alinear correctamente todos los puntos esbozados o quizás no y tan solo quedaran improntas sobre un mapa más complejo.
La historia de la cartografía es algo parecido a caminar por un territorio ignoto, a cada paso se van confeccionado las lineas del territorio por donde transitas, de esta forma se crea una imagen de la geografía atravesada y en cierto sentido del tiempo vivido.
Laboratorio de coordenadas es una recopilación de lugares transitados en el tiempo y espacios mentalmente deambulados, memorias de itinerarios recorridos y reconocidos, improntas de recuerdos. Posiblemente es solo un comienzo, por eso definirlo como laboratorio donde intentar ordenar la coordenadas del pasado y del presente.
En ese transitar, algunas piezas son itinerarios imaginarios, sendas sobre ciudades que el inconsciente ha creado sin ninguna pretensión sino la de mentalmente deambular.
Paralelamente, como caminos bifurcados, la exposición Cartografías de barro que se muestra en la Fundación Giménez Lorente en Universitat Politècnica de València, es un recorrido equidistante a la exposición en la galería Set Espai d’Art. Esta exposición podría ser vista más como una carta de navegación, a medida que se desarrolla la idea se van creando trazos, a semejanza de islotes, donde capturar una cartografía del alma. La pregunta sería: ¿Porqué seguir un rumbo establecido y no dejarse llevar por la curiosidad de otros lugares? Áreas donde lo común es el barro, la tierra, el fuego. ¿Porqué no generar mapamundis de arcilla con forma de vasija? Idea que nos transporta a otro tiempo, lugar y proceso.
La tecnología nos abraza y nuestra mente comienza a ser una configuración de elementos binarios, en esta metamorfosis del espacio y tiempo es donde el barro nos hace ser más conscientes de lo que realmente somos, elementos orgánicos que vamos construyendo en una nueva cartografía a medida que nos desplazamos por un territorio que en si mismo, ya tiene confeccionado su propio boceto.
En este proyecto mi intención ha sido recoger una parte de cartografía imaginada con otra más vivencial, retomar la frenología como mapa y así poder comprender mi propio proceso de narrativo.
Xavier Monsalvatje